La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de forma progresiva. En la actualidad, es la segunda enfermedad más prevalente después del Alzheimer.
La EP se caracteriza por la pérdida o degeneración de neuronas de la sustancia negra. Esta pérdida provoca una falta de dopamina en el organismo. La falta de dopamina hace que el control del movimiento se vea alterado, provocando dificultades en el movimiento normal y los síntomas típicos como el temblor en reposo o la rigidez.
A día de hoy se desconoce una causa definitiva de Parkinson. Sin embargo, podría deberse a una combinación de factores genéticos, medioambientales y el propio envejecimiento.
¿Cómo detectar enfermedad de Parkinson?
Existen algunos signos y síntomas tempranos que pueden ayudar a reconocer si está en un estadio temprano de la degeneración neuronal. Estos son:
- Temblor en reposo. Sobre todo en los dedos, manos, piernas, mentón o labios. Los temblores o contracciones de las extremidades pueden ser un síntoma temprano de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, podrían aparecer temblores si la persona ha sufrido un golpe, ha hecho ejercicio o por efecto de algún medicamento.
- Bradicinesia. Lentificación de los movimientos, especialmente de los movimientos voluntarios complejos. Es característica de las alteraciones de los ganglios basales, especialmente del sistema nigroestriado, y propia de la enfermedad de Parkinson.
- Cambios en la escritura. De forma repentina, la letra cambia de tamaño y forma. Algunas veces la forma en que escribimos cambia con la edad por la rigidez de las manos o la pérdida de visión. Sin embargo, estos cambios naturales suceden a largo plazo y de forma gradual.
- Pérdida del olfato, no asociada con problemas físicos como un resfriado o congestión.
- Agitación nocturna. Movimientos bruscos durante la noche como patadas, puñetazos o incluso caerse de la cama mientras está en sueño profundo.
- Rigidez. Rigidez en brazos y piernas que no desaparece con el movimiento. Es importante descartar otras causas médicas como una lesión o artritis.
- Sialorrea. Es la excesiva producción de saliva.
- Falta de expresión facial y de parpadeo. Comúnmente se llama “efecto de máscara” ya que es una expresión seria casi permanente. Este tipo de expresiones podrían deberse a la toma de algún medicamento. Sin embargo, al suspender el tratamiento deberían desaparecer. En caso contrario, se trata de un signo muy frecuente de Parkinson que sería importante valorar.
- Inestabilidad postural y mareos. La degeneración hace que, entre otras, baje la presión arterial y provoque mareos o desmayos, por ejemplo, al levantarse de una silla o de la cama.
- Encorvamiento de la espalda que no se debe a una lesión o degeneración de los huesos.
Es importante tener en cuenta que ninguno de estos signos o síntomas por separado pueden asociarse directamente con la enfermedad de Parkinson. No todas las personas tienen los mismos síntomas ni su evolución va a seguir el mismo curso. Se suelen asociar principalmente a las dificultades motoras, pero hay muchos otros no relacionados con el movimiento, tales como los trastornos del sueño o el olfato, pudiendo en ocasiones preceder a la aparición de síntomas motores. Por ello, es importante que sean valorados, en conjunto, por un profesional.