Sexualidad y daño cerebral adquirido

La sexualidad es un elemento que puede verse afectado en diversas patologías neurológicas y, por ejemplo, en daño cerebral adquirido (DCA). En pacientes con DCA es frecuente observar diferentes consecuencias físicas y psicológicas y cognitivas. Por un lado, puede presentar dificultades en las funciones cognitivas (atención, lenguaje, memoria…). Por otro, consecuencias emocionales como cambios en  el estado de ánimo, irritabilidad o ansiedad. En el último caso, dificultades físicas de la lesión, como espasticidad o problemas de equilibrio. Comúnmente, se observan cambios en la sexualidad tras sufrir DCA, que engloban a las tres áreas: física, cognitiva y emocional.

 

Causas de la alteración de la función sexual en daño cerebral adquirido

Existen múltiples razones por las que aparecen problemas en la sexualidad en daño cerebral adquirido. Algunos de ellos, tienen que ver con la lesión cerebral en sí y otros se deben a alteraciones emocionales, dificultades físicas o cambios en la relación de pareja. Entre las posibles causas que pueden justificarlos estarían:

  • Lesión cerebral. Las dificultades sexuales se deben a la lesión directa de las áreas del cerebro encargadas de esta función.
  • Cambios hormonales. Ocurren cuando el daño cerebral altera la producción de hormonas sexuales (testosterona, progesterona y los estrógenos). 
  • Efectos secundarios de medicamentos que afectan negativamente sobre el funcionamiento sexual. 
  • Cansancio o fatiga. El cansancio físico y/o mental es muy frecuente en personas con daño cerebral adquirido. Frecuentemente se asocia a un rápido cansancio que afecta al interés y a la acción sexual en sí misma. 
  • Problemas de movimiento. La espasticidad, el dolor, la falta de coordinación y lentitud motora, o algunos problemas de equilibrio, entre otros. 
  • Alteraciones cognitivas. Los problemas de atención, memoria, lenguaje o funciones ejecutivas pueden afectar, por ejemplo, a la capacidad de imaginación sexual.
  • Alteraciones emocionales. A menudo, las personas con daño cerebral adquirido se sienten bajas de ánimo, irritables o nerviosas. También pueden observar problemas de autoestima, sintiéndose más o menos seguros de su físico. Estos elementos pueden influir en el interés y deseo por la relación sexual, o la satisfacción de la misma. 
  • Cambios en las relaciones o problemas de pareja. Rupturas tras la lesión o dificultades para relacionarse, puede influir en la frecuencia y oportunidad de llevar a cabo la relación sexual.

Alteraciones sexuales en daño cerebral adquirido

Después de sufrir un traumatismo o lesión cerebral, pueden aparecer algunas dificultades relacionadas con la función sexual: 

  • Disminución o aumento de la libido. Por un lado, puede observarse una disminución del deseo e interés por las relaciones. Al contrario, también es posible que la persona sienta mayor deseo  y necesidad e incluso experimente dificultades para controlar impulsos o insinuaciones en situaciones inapropiadas. 
  • Disminución de la excitación sexual. Sí se interesa por el sexo, pero físicamente, el cuerpo tiene dificultad para excitarse. En los hombres, se traduciría en dificultad para mantener la erección y en las mujeres para la lubricación vaginal. 
  • Dificultad para alcanzar el orgasmo o insatisfacción después del acto sexual. 
  • Alteraciones del ciclo reproductivo. Tras la sesión es posible que las mejores experimenten períodos irregulares o amenorrea, dificultando un posible embarazo en caso de desearlo. También los hombres pueden sufrir una menor producción de espermatozoides, viendo alterada su función reproductora. 

¿Qué hacer para mejorar la función sexual?

  • Informar del problema. La sexualidad es un componente más del funcionamiento humano y se puede abordar igual que cualquier otro tipo de dificultad. Es importante normalizar la situación y comentarlo con el médico o el profesional sanitario que nos haga sentir cómodos, para poder buscar distintas alternativas.

  • Realizar un examen médico completo. Análisis de sangre, de orina, ginecológico o urológico según corresponda…Para determinar el origen de la disfunción o la posible influencia de algunos fármacos. 
  • Psicoterapia o terapia sexual de pareja. Puede ser útil para resolver asuntos emocionales o problemas en la pareja que puedan estar afectan a la función sexual. 
  • Neurorrehabilitación. Para abordar las funciones cognitivas relacionadas a la función sexual, como la atención, memoria, lenguaje o funciones ejecutivas.
  • Adaptación a la sexualidad. Hablar con la pareja sobre cómo adaptarse a la relación y hacerla más satisfactoria. Esto puede relacionarse con cambios en las posiciones, utilización de elementos para mayor excitación o la planificación de la actividad en momentos del día en los que el cansancio no pueda influir. 

En NEPSA Rehabilitación Neurológica contamos un servicios de Psicología, Neuropsicología, Fisioterapia y Terapia Ocupacional, que pueden coordinarse para lograr los máximos beneficios en la intervención en sexualidad en daño cerebral adquirido. No dudes en ponerte en contacto con nosotros para más información.

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