El Síndrome del Miembro Fantasma consiste en un cuadro de sensaciones que presentan algunas personas tras haber sufrido la amputación de una parte del cuerpo. Aunque varía mucho dependiendo del caso y de la zona de la que se trate, es frecuente que aparezca en el 70-85% de las personas.
Recibe este nombre de “fantasma” por la “ausencia” del miembro, del que el cerebro todavía recibe sensaciones. De esta forma, la persona puede sentir picor, hormigueo, dolor o sensaciones térmicas en la zona correspondiente a la parte amputada.
También es posible observarlo en personas que sufren heminegligencia, es decir, la dificultad para actuar o responder a lo que ocurre en el lado contrario a la lesión cerebral. Esta afectación, puede, de la misma forma, provocar dificultades sensoriales y motoras en las extremidades.
Sensaciones del miembro fantasma
Frecuentemente, se han distinguido tres tipos de sensaciones tras la amputación de una extremidad:
- Dolor en el muñón: sensación dolorosa localizada en la parte del muñón que persiste más allá del periodo de cicatrización.
- Sensación de miembro fantasma: sensación no dolorosa percibida en la zona donde debería estar el miembro ausente. Puede manifestarse en forma de hormigueo o picor.
- Dolor de miembro fantasma: sensación de dolor que se localiza en la zona correspondiente a la extremidad amputada y no se corresponde al dolor de la cicatriz ni del muñón.
Causas biológicas del síndrome
Antes se pensaba que estas sensaciones aparecían por alteración de los nervios periféricos, por lo que se dirigían al tratamiento del dolor en los alrededores de la zona, utilizando prótesis o cirugías que no resultaban demasiado eficaces.
Sin embargo, ahora se sabe que la aparición del síndrome del miembro fantasma se debe a que, aunque el miembro ya no esté, en el cerebro todavía existen áreas dedicadas a ese miembro y a su funcionamiento. Estas áreas generan una descarga de energía, pero no obtienen respuesta, por lo que se alteran otras percepciones, provocando las sensaciones anteriormente descritas.
Tratamiento farmacológico
Los medicamentos seleccionados para tratar el dolor del miembro fantasma incluyen antidepresivos, anticonvulsivos, antipsicóticos y opiáceos. Estos, pueden ser útiles para aquellas personas que sufren el dolor de forma persistente por su poder analgésico. Sin embargo, afortunadamente la mayoría de casos son breves y no necesitarían recurrir a la medicación más allá de la cura de la cicatriz.
Tratamiento rehabilitador
Desde la fisioterapia y la terapia ocupacional, se promueven tratamientos que incluyan la activación del miembro, para paliar el dolor y las sensaciones que puede provocar el síndrome. Algunas de las técnicas utilizadas en su abordaje incluyen:
- Potenciación muscular: tanto de los miembros sanos como del miembro residual para “re-aprender” a realizar nuevamente las actividades de la vida diaria.
- Higiene postural: para corregir y evitar la atrofia de otras partes.
- Electroterapia analgésica: como método para aliviar el dolor del miembro fantasma.
- Masajes: con el objetivo de reducir la tensión muscular mediante la estimulación del muñón.
Tratamiento neuropsicológico
Hay varias técnicas que han sido descritas como útiles en el tratamiento de pacientes con síndrome del miembro fantasma. La técnica más utilizada es la Técnica del Espejo, que pretende el tratamiento del dolor del miembro mediante el condicionamiento sensorial.
Este procedimiento consiste en colocar un espejo en paralelo al miembro contrario al amputado. Al reflejarse en él, los miembros quedan en una postura simétrica e invertida. De esta forma, la persona ve reflejada en el espejo la imagen de sí misma. Cuando el paciente observa la imagen en el espejo, se produce una “ilusión óptica” al reflejarse la extremidad sana como si ocupase el lugar de la ausente. De esta manera, ocurre un sobre-aprendizaje en el que la información sensorial antigua y dolorosa, es intercambiada gradualmente por la nueva información visual, que indica que el miembro está sano. Mediante ejercicios diarios de 10 ó 20 minutos, es posible reducir el cuadro del síndrome del miembro fantasma y mejorar la calidad de vida y autoestima de los pacientes.
Biofeedback y Estimulación magnética transcraneal
Otras alternativas para alivio del dolor del miembro fantasma son el biofeedback y la estimulación magnética.
- Biofeedback. Técnica que permite a una persona aprender a modificar la actividad fisiológica del miembro a través de la biorretroalimentación. Frecuentemente, se han utilizado el biofeedback de tensión muscular para el dolor espasmódico y el biofeedback de temperatura para el dolor ardiente.
- Estimulación magnética transcraneal. Es un procedimiento no invasivo que utiliza campos magnéticos para estimular de forma directa células nerviosas. Esta técnica, aunque en continuo estudio, de momento sólo ha demostrado su efectividad en el alivio temporal de los síntomas.
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Referencias bibliográficas
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