La Tabla de Desarrollo Haizea–Llevant es un instrumento que permite detectar dificultades o riesgos con respecto al
desarrollo cognitivo, lingüístico, social y motor. Es una forma rápida y sencilla para la detección precoz de una posible desviación en el desarrollo psicomotor de niños menores de 5 años. Además, puede ser de gran utilidad para la intervención temprana.
La tabla evalúa un total de 97 habilidades de los niños, relacionadas con cuatro áreas: sociabilidad, lenguaje y lógica matemática, manipulación y postural. Así, utiliza diferentes pruebas para cada una de ellas. Sin embargo, la mera valoración del desarrollo puede no ser suficiente para identificar ciertas alteraciones. Por ello, incluye unos signos de alerta, cuya presencia en cualquier edad o a partir de edades concretas indica la posibilidad de alteraciones.
Características generales de la tabla Haizea-Llevant
La tabla representa en forma de barras horizontales el porcentaje de niños que ejecuta la acción a cierta edad.
- Se divide en colores, según el porcentaje de niños que ya habría adquirido determinada habilidad a cierta edad. De esta forma, el color más claro se corresponde con el 50% de niños y el color medio-oscuro representa al 75%. Por ejemplo, el 75% de los niños a los 32 meses es capaz de utilizar frases de tres palabras.
- El final de cada barra, indica que el 95% de los niños ya han adquirido la habilidad descrita a esa edad.
- El color más oscuro representa los llamados “signos de alerta”, que indican una posible alteración y la necesidad de realizar una evaluación más profunda y específica de las funciones.
- Se traza una línea vertical en la edad cronológica del niño y, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, se valoran los elementos correspondientes al cruce de la línea.
¿Qué son los signos de alerta?
Los signos de alerta son señales que indican la posibilidad de que exista una alteración en el desarrollo psicomotor del niño. Pueden referirse a:
- Retraso en las adquisiciones esperadas para una edad determinada.
- Estancamiento o regresión de habilidades ya adquiridas.
- Persistencia de reflejos o conductas de etapas previas, sin evolucionar.
- Signos físicos anormales.
- Calidad inadecuada a las respuestas o estímulos externos.
- Formas atípicas del desarrollo.
Las alteraciones graves suelen detectarse antes de los 24 meses, mientras que otras de menor severidad pasan desapercibidas hasta la etapa escolar.
Conclusiones
Sin embargo, existen variantes de la normalidad del desarrollo que no suponen alteraciones en el mismo, como por ejemplo, no realizar gateo o el tartamudeo entre los 2 y los 4 años. Es por esto que hay que tener en cuenta que Haizea-Llevant no es una herramienta diagnóstica. Esta tabla informa sobre el momento en el que, según la “normalidad” estudiada, los niños suelen adquirir ciertas habilidades. Por lo que la detección de signos de alerta o posibles alteraciones, solo servirá como preliminar de una evaluación más profunda.
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Referencias bibliográficas
Dworkin, P.(1989). British and American recommendations for developmental monitoring: The role of surveillance. Pediatrics, 84(6), 1000-1010.
Iceta, A. y Yoldi, M.E. (2002). Desarrollo psicomotor del niño y su valoración en atención primaria. Anales del sistema sanitario de Navarra, 25(2).
Tabla de desarrollo Haizea– Llevant (0– 5 años). Gobierno de La Rioja. Consejería de Salud, Consumo y Bienestar Social.