El acoso escolar o bullying es la exposición que sufre un niño a daños físicos y psicológicos por parte de otro, o de un grupo de ellos, en el entorno escolar.
El bullying escolar se suele producir en situaciones en las que el profesor no está presente, como el recreo, en los baños, los pasillos o los cambios de clase, entre otros. Sin embargo, con el uso de las tecnologías y el acceso a las redes sociales, se están dando, cada vez más, casos de ciberacoso.
En ambos casos, el acosador utiliza un desequilibrio de poder hacia el acosado. Este se siente indefenso y puede desarrollar una serie de trastornos psicológicos que afectan directamente a su salud o, incluso, conductas autodestructivas.
Según el estudio de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, realizado entre 2021 y 2022, los casos de bullying en todo el mundo continúan en aumento, donde 6 de cada 10 niños sufren todos los días algún de tipo de acoso y ciberacoso.
Tipos de acoso escolar
Según el documento Pautas para padres y madres ante el acoso escolar, de Save the Children, las formas que utiliza el acosador para intimidar a su víctima se dividen de la siguiente manera:
- Acoso físico: El acosador golpea, empuja o utiliza algún instrumento para hacer daño físico a su víctima. También puede esconder sus cosas.
- Maltrato verbal: Consiste en insultar, poner motes, hacer amenazas o provocar a otro niño.
- Acoso social: Este tipo de bullying se produce cuando el acosador decide aislar a su víctima difunde rumores, convence a otros niños para que no hablen con él o lo humillan en público para que el acosado se sienta aislado.
- Acoso sexual: Son todas las acciones que tienen que ver con los actos sexuales (como tocamientos no consentidos) o que se burlan de la orientación sexual de la víctima.
- Cyberbullying: Es un tipo de acoso escolar que ocurre a través de móviles, tablets, ordenadores, etc. En estos casos el acosador suele enviar mensajes de texto o correos electrónicos desagradables; difundir rumores a través del email o en las redes sociales, o imágenes y vídeos denigrantes, así como crear perfiles falsos que pueden resultar embarazosos.
En el cyberbullying las imágenes y los mensajes pueden publicarse de forma anónima y llegar rápidamente a un gran número de personas. Estos mensajes inapropiados e hirientes son muy complicados de eliminar cuando ya están publicados.
Síntomas que puede sufrir la víctima de bullying
Existen una serie de indicadores que el niño acosado puede presentar y alertar a los padres y profesores:
- Problemas de memoria, dificultad en la concentración y atención y dificultades en el rendimiento escolar significativas.
- Depresión, ansiedad, irritabilidad, dolor de cabeza, malestar generalizado, cansancio,etc.
- Alteraciones de apetito
- Dificultades para dormir, pesadillas o insomnio.
- Aislamiento social, apatía e introversión.
- Mantenerse en estado de alerta de manera constante.
- Evitar ir al colegio, ni juntarse con otros niños.
- Respuestas emocionales extremas: llanto incontrolado, explosiones de ira o rabia, enfados…
- Miedo a estar solo.
- Ideas e intentos de suicidio.
¿Qué hacer para prevenir el bullying?
La prevención del acoso escolar es fundamental para minimizar y reducir sus efectos. Las estrategias tienen que ir enfocadas a:
- Reducir la incidencia. Los profesores, padres o tutores tienen que llevar a cabo medidas que impidan la aparición de nuevos casos de acoso. Para conseguirlo pueden identificar los factores de riesgo que los generan y actuar sobre ellos con campañas y talleres de sensibilización sobre el maltrato infantil.
- Reducir los casos. Esto es, actuar para que el acoso deje de producirse y evitar que el adolescente tenga mayores problemas. En este sentido, es necesario que exista una relación de comunicación fluida entre las familias y el profesorado del centro.
¿Qué hacer si mi hijo es víctima de bullying?
El daño psicológico que el acosador provoca hace que la víctima no pueda reaccionar en su defensa. Es por esto que la actitud más habitual es la pasividad o la huída.
Si se sospecha que un niño pueda ser víctima de acoso, es importante prestar atención a la conducta y observa los cambios de humor y comportamiento.
- Escucha a tu hijo y empatiza con él, siente su miedo, su vergüenza y no le pidas que haga algo para lo que no está preparado, como defenderse.
- Toma notas de lo que te cuente con fechas, lugares y hechos.
- Apóyale, haciéndole sentir que estás a su lado y pregúntale cómo cree que puedes ayudarle.
- Explícale a tu hijo la diferencia entre «delatar» y «contar o pedir ayuda”.
- Refuerza la autoestima de tu hijo señalándole todas las cosas que hace bien.
- Pide una cita con el profesor de tu hijo y con el director del establecimiento para averiguar si ellos están al corriente de la situación: infórmales lo que sabes y pregunta qué medidas se van a tomar desde el colegio.
- Enséñale a tu hijo a responder frente al acoso. En muchos casos, minimizar el impacto que el acoso tiene en él, puede reducir el interés del acosador.
- Ve a la comisaría si el bullying implica acoso sexual o agresiones físicas o con un arma.
- Contacta con la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar: allí te informarán qué pasos puedes seguir, te acompañarán a la institución escolar si así lo deseas y te informarán qué más puedes hacer para ayudar a tu hijo.