Técnicas y recomendaciones en TDAH

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta al 5% de los niños/as en edad escolar. De hecho, la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) lo clasifica como un trastorno de carácter crónico que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad e/o impulsividad. Por otro lado, estos síntomas podrían interferir significativamente en el rendimiento escolar y las relaciones sociales del niño. Por ello, frecuentemente está en estudio la eficacia de las intervenciones y la propuesta de nuevas recomendaciones para garantizar los máximos resultados.

Tratamientos recomendados en TDAH

La Guía NICE (2018), encargada del estudio de evidencia y calidad de las intervenciones, propone, principalmente, abordar el TDAH de forma individualizada y ajustada a las necesidades del caso concreto. De forma general proponen la importancia de realizar un trabajo que implique todos los niveles de actuación: psicológico, comportamental y educativo. De esta forma, hacen diferentes recomendaciones para el abordaje del TDAH según la edad del niño:

  • Menores de 5 años. El entrenamiento para padres sería la primera opción. Estos programas permiten a los padres comprender de los síntomas del TDAH, adquirir nuevas habilidades para la gestión de las conductas problemáticas y reducir las situaciones conflictivas que afectan a todo el sistema familiar. 
  • Mayores de 5 años. La evidencia científica corrobora el aumento de la eficacia en el abordaje relacionado con la implicación del mayor número de ámbitos que rodean al niño. Por ello, cuando inician el proceso escolar, puede ser muy beneficioso lograr la implicación del centro educativo en el abordaje, así como la del propio niño además de los padres. Por ello, la intervención podría ofrecer: 
    • Psicoeducación. Útil tanto para el niño como para los padres y educadores para aumentar la comprensión sobre el problema y los distintos tipos de abordajes posibles. 
    • Cambios ambientales. Entrenamiento a los padres para facilitar el entorno del niño reduciendo, por ejemplo, las distracciones a la hora de hacer los deberes, luces, ruidos, etc. 
    • Terapia cognitivo-conductual. Dirigida a la mejora en habilidades sociales, solución de problemas, auto-control y gestión emocional. 
    • Neurofeedback. Es un tratamiento que, a pesar de ser relativamente reciente, está mostrando grandes beneficios. Además, frecuentemente pueden verse cambios más rápidos relativos a otras intervenciones.
    • Medicación. La recomendación clínica es hacer uso de los medicamentos en niños únicamente cuando no se han obtenido resultados en la puesta en marcha de otras acciones y aún así, persiste el deterioro funcional del niño. 

Recomendaciones y cambios ambientales en TDAH

A pesar de necesitar de una intervención más amplia, existen algunas acciones específicas dirigidas a la modificación del entorno del niño en casa o en el colegio que pueden ser muy útiles para facilitar su adaptación. Algunas de ellas son las siguientes: 

  1. Adaptación del entorno para reducir las distracciones. Se refiere, por ejemplo, a retirar las distracciones visuales como la televisión mientras come o hace las tareas escolares; buscar espacios sin ruidos; utilizar tapones para los oídos; retirar de la mesa cualquier objeto que no sea necesario para hacer los deberes o utilizar una silla que no sea reclinable o que no tenga ruedas. El colegio podría ayudar, por ejemplo, colocándole cerca del profesor para evitar las distracciones de otros compañeros y tener una explicación más cercana.
  2. Recursos para hacer las tareas. Relacionada con las dificultades en la planificación y memoria de trabajo, pueden ser útiles: hacer las tareas de una en una; leer en voz alta para facilitar la comprensión o darse autoinstrucciones de los pasos que tiene que seguir por ejemplo, a la hora de organizar el material del colegio para evitar algún olvido. 
  3. Aumentar la autoconciencia y autoestima. Evitar castigos salvo cuando la gravedad lo requiera; potenciar las virtudes e incorporar actividades que disfrute en sus rutinas; psicoeducación para evitar críticas y culpabilidad tanto de los padres como del niño.
  4. Promocionar objetivos a largo plazo. Dividir tareas grandes en varias más pequeñas con consecuencia inmediata, como, por ejemplo, al terminar una tarea los padres la revisan y elogian lo bien hecho antes de continuar o corregir algo. También podría hacer descansos frecuentes entre tareas pequeñas; tratar de convertir tareas en más interesantes y variadas o anticipar las tareas con pequeñas instrucciones como “en 10 minutos es la hora de hacer los deberes”. 

Referencias bibliográficas

American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (DSM-5). American Psychiatric Pub.

Moreno-García, I., Delgado-Pardoa, G., de Reya, C. C.-V., Meneres-Sanchoa, S., & Servera-Barceló, M. (2015). Neurofeedback, pharmacological treatment and behavioral therapy in hyperactivity: Multilevel analysis of treatment effects on electroencephalography. International Journal of Clinical and Health Psychology, 15(3), 217-225. https://doi.org/10.1016/j.ijchp.2015.04.003

The National Institute for Health and Care Excellence (NICE). (2018). Attention deficit hyperactivity disorder: diagnosis and management. NICE Guideline.

 

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