Las funciones que realiza nuestro cerebro están divididas entre los dos hemisferios, derecho e izquierdo. De esta distribución, cada persona utilizará un lado u otro del cuerpo con preferencia para realizar la mayor parte de acciones. La lateralidad se establece por completo en torno a los 4 ó 5 años. Posteriormente, si no se hay una distribución clara podría ser un factor de riesgo para los distintos aprendizajes.
¿Qué tipos de lateralidad existen?
- Lateralidad homogénea: ocurre cuando mano, ojo, pie y oído tienen dominancia en el mismo lado del cuerpo, ya sea el izquierdo o el derecho.
- Lateralidad cruzada: cuando la predominancia manual es distinta de pies, ojos u oídos. El cruce mano-ojo ha sido la más estudiada, en la que el niño utiliza su ojo dominante pero escribe con la mano subdominante.
- Lateralidad contrariada: es la contraria a la natural como, por ejemplo, cuando un niño zurdo aprende a escribir con la mano derecha sin ser su lado predominante.
Lateralidad cruzada y dificultades de aprendizaje
Alrededor de un 25% de los escolares presenta problemas de aprendizaje relacionados con la lateralidad. De hecho, la lateralidad cruzada se presenta muy a menudo en diagnósticos de TDAH y Trastornos Específicos del Aprendizaje (TEA), por lo que la comorbilidad es alta. Normalmente, se manifiesta al inicio de la etapa escolar y algunos de los síntomas son:
- Dificultades en la adquisición del lenguaje oral: fluidez, retención y comprensión lectora.
- Dificultades en el lenguaje escrito, en la sintaxis, disortografía y disgrafía.
- Problemas de atención y concentración.
- Dificultades para las matemáticas.
- Problemas de comunicación y para relacionarse.
- Inestabilidad y falta de equilibrio.
¿Se puede tratar la lateralidad cruzada?
A día de hoy, no existe una forma de prevenir la lateralidad ya que, hasta que no se define por completo, no es posible conocer con seguridad la alteración.
Dentro de las dificultades, la más frecuente suele ser el cruce mano-ojo. En estos casos es importante señalar que, si se decide la corrección de la lateralidad, es aconsejable actuar sobre el cambio de la dominancia de la mano antes que con la del ojo. Es menos complicado y actuaremos a favor de la tendencia natural del niño.
Habitualmente se asocia a otros trastornos como, por ejemplo, dificultades de atención y otras en la madurez neuropsicológica o psicomotriz. En estos casos, es importante hacer una valoración y descartar cuál es la fuente principal de la dificultad de aprendizaje. En NEPSA Rehabilitación Neurológica contamos con un equipo cualificado en este tipo de casos. No dudes en ponerte en contacto para más información.
Referencias bibliográficas
Journet, G. (1.984) La mano y el lenguaje: la dislateralización. Barcelona: Heder.
Medina Amate, I. (2020). Evaluación e intervención ante un caso de lateralidad cruzada. Caso único. MLS Psychology Research, 3(1), 99-138. DOI: https://doi.org/10.33000/mlspr.v3i1.453
Zuckrig A. (1983) Los niños zurdos. Biblioteca de Pedagogía 23. Barcelona: Herder.
Discalculia - Nepsa Rehabilitación Neurológica
[…] de números simétricos como confundir la E y el 3. Esto tiene relación con la lateralidad y explicaría algunas dificultades en este […]