La patología cerebral repercute no sólo en la vida del paciente afectado, sino que también incide sobre la vida de las personas de su entorno. Las consecuencias cognitivas, físicas y emocionales derivadas de la enfermedad provocan cierto decremento en la autonomía del paciente, requiriendo de esta forma ayuda de personas cercanas, generalmente familiares, para facilitar un correcto desempeño de la vida cotidiana. En la vida del cuidador se produce una pérdida por partida doble: por un lado, influye en la percepción del cuidador sobre la persona ahora dependiente. Por otro lado, se ve afectada la autonomía del cuidador, que ve relegadas a un segundo plano sus propias necesidades.
El cuidado de una persona dependiente durante un período prolongado de tiempo puede tener como consecuencia el Síndrome del Cuidador. Dicho síndrome se caracteriza por agotamiento físico y mental, cambios de humor, depresión, ansiedad, consumo abusivo de medicamentos, tabaco o alcohol, trastornos del sueño, alteraciones del apetito y del sueño, aislamiento social, dificultades cognitivas (memoria, atención, etc.) y problemas laborales.
Para prevenir o paliar los efectos del Síndrome del Cuidador es recomendable buscar ayuda psicoterapéutica. En NEPSA Rehabilitación Neurológica contamos con profesionales especializados para tratar esta y otras dificultades.