Durante el periodo agudo tras un accidente cerebro vascular (ACV), como por ejemplo un ictus, los principales objetivos en cuanto a cuidados del paciente se refiere estarán centrados en evitar los efectos secundarios al decúbito (tumbado), como pueden ser la rigidez articular o las úlceras por presión (UPP).
Evitar éstas últimas es muy importante, pudiendo ayudar a prevenirlas una serie de recomendaciones:
– Utilización de un colchón anti-escaras: son colchones provistos de cámaras de aire que se hinchan y deshinchan en distintas zonas de manera alterna, cambiando así las zonas de roce y presión durante el decúbito y evitando la aparición de escaras.
– Protección de las zonas de riesgo con la colocación de almohadas o vendajes de algodón que suavicen las presiones. Las zonas más frecuentes de aparición de UPP son el sacro, los codos, glúteos, talones y trocánteres (prominencia ósea a cada lado de las caderas).
– Realizar cambios posturales cada 2-4 horas, pasando del decúbito supino a los laterales. Prestando especial atención a la cabeza y al hemicuerpo afecto, evitando posiciones patológicas y que puedan generar subluxaciones o rigidez articular.
En próximas entradas analizaremos detalladamente cómo realizar estos cambios posturales.