El síndrome de Bálint se caracteriza por la presencia de lesiones cerebrales y alteraciones del sistema visual, provocando problemas perceptivos y dificultades en el reconocimiento. Además, es irreversible y dichas limitaciones pueden interferir gravemente en la vida cotidiana de la persona.
Causas del síndrome
El síndrome de Bálint aparece debido a lesiones cerebrales bilaterales que afectan a los lóbulos parietales y occipitales, donde se encuentra la circunvolución angular. Por ello, la alteración de estas áreas puede provocar alteraciones cognitivas, desorientación y problemas de asociación entre lenguaje y imagen. Este daño cerebral puede ser provocado por diversas causas, desde traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares, enfermedades neurodegenerativas e incluso infecciones víricas, como el VIH.
Síntomas del síndrome de Bálint
El síndrome de Bálint se caracteriza fundamentalmente por:
- Ataxia óptica: alteración de la coordinación entre la visión y la interacción o movimiento. Esto se observa, sobre todo, en la coordinación ojos y manos. Además, puede causar problemas relacionadas con el espacio y el el cálculo de distancias.
- Apraxia ocular: también conocida como parálisis de la mirada, se refiere a la incapacidad de modificar el foco de atención visual debido a la ausencia de control voluntario de la actividad ocular. Por ejemplo, la mirada puede quedarse fija en un punto dificultando cambiar el foco de atención.
- Simultagnosia: la persona no es capaz de observar más de un objeto a la vez sin que los anteriores desaparezcan del campo perceptivo.
- Agnosia: debido a la afectación del sistema visual aparecen dificultades para reconocer y distinguir objetos e incluso caras dentro del campo de visión.
Estos síntomas pueden alterar la normalidad de su vida diaria. Por ejemplo, aspectos como vestirse, alimentarse o leer y escribir pueden suponer un reto para la persona, dada la implicación de la coordinación y la visión en estas tareas. Además, podría generar efectos psicológicos como ansiedad, angustia y depresión.
¿Puede tratarse el síndrome de Bálint?
El síndrome de Bálint es el resultado de una lesión cerebral, por lo que el tratamiento estaría orientado a intentar recuperar y mejorar las funciones perdidas. Para ello, un equipo multidisciplinar valora las condiciones y tipo de lesión y elabora un plan de neurorrehabilitación adaptado a sus necesidades. Generalmente, se emplea un enfoque centrado en la terapia ocupacional que permita, en la medida de lo posible, reducir las dificultades y potenciar las habilidades del paciente para lograr una mejor adaptación al entorno. Así, es posible lograr cierto nivel de recuperación que le permita un grado mayor de autonomía y bienestar en su rutina. Por otro lado, es frecuente que otros profesionales según las necesidades físicas, neuropsicológicas o emocionales, si las hubiese.
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Referencias bibliográficas
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