El electroencefalograma cuantitativo o Mapa Cerebral (qEEG) y el Neurofeedback (Neuroterapia), es la medida, a través de la tecnología digital, de patrones eléctricos en la superficie del cuero cabelludo, que reflejan principalmente la actividad eléctrica cortical o de las «ondas cerebrales”. El qEEG es una de las pruebas más fiables en la demostración y la cuantificación de patología de la sustancia blanca. Esta prueba es muy precisa para la detección de algunas anomalías y cumple con los más estrictos estándares clínicos en medicina. El Mapa Cerebral ha demostrado científicamente la capacidad para ayudar en el diagnóstico de las patologías tales como lesión cerebral traumática leve, TDAH, discapacidades intelectuales, derrame cerebral, epilepsia, y para predecir los resultados del tratamiento de patologías como el TDAH, alcoholismo y abuso de drogas.
El uso de neurofeedback para el tratamiento de estas y otras patologías ha sido científicamente documentado, con gran éxito en el tratamiento del TDAH, traumatismos craneoencefálicos y las adicciones. La Asociación Americana de Psicología también ha respaldado la inclusión del qEEG y neurofeedback dentro del alcance de la práctica de los neuropsicólogos que estén adecuadamente capacitados.
El procedimiento para una realizar un mapa cerebral lleva alrededor de 1½-2 horas. No es invasivo, y no se administra ninguna corriente eléctrica al cerebro. Consiste en colocar una gorro de electroencefalografía ajustado en la cabeza que contiene pequeños electrodos para medir los patrones eléctricos procedentes del cerebro –de un modo similar a cuando un médico escucha al corazón desde la superficie de la piel-. Se recoge información sobre los patrones de ondas cerebrales y la eficiencia de la comunicación entre las diferentes partes del cerebro. Esto se hace mientras el paciente se sienta con los ojos abiertos primero, a continuación con los ojos cerrados y mientras se hacen una o dos tareas cognitivas (o puede no hacerse este último paso). Después de que el paciente sale de la consulta, se lleva a cabo un estudio pormenorizado del electroencefalograma cuantificado por el que se termina realizando el mapa cerebral.
Estos datos de electroencefalografía se comparan con bases de datos sofisticadas de las ondas cerebrales de las personas de la misma edad y sexo que se encuentran dentro de la normalidad, para saber si nuestro paciente está dentro de la normalidad o no. Este análisis es estadísticamente muy preciso y es más sensible que la resonancia magnética, tomografía computarizada o examen neurológico en el diagnóstico de lesiones de la sustancia blanca, ya que mide cambios microscópicos.
Este procedimiento de evaluación nos permite entonces determinar de una manera científica y objetiva si los patrones de ondas cerebrales de un paciente son significativamente diferentes de lo que se esperaría. El qEEG ayuda a saber si hay anormalidades en la función cerebral que el neurofeedback podría corregir y ayuda a generar un protocolo de tratamiento con neurofeedback inividualizado y eficaz para el paciente. Por ejemplo, ha habido numerosos subtipos de TDA / TDAH que han sido identificados por recientes investigaciones científicas -ninguno de los cuales se pueden diagnosticar al observar el comportamiento de la persona-.
Un sofisticado Mapa Cerebral nos permite echar una mirada mucho más profunda al problema y proporciona la información necesaria para adaptar el tratamiento a las necesidades de cada paciente.