La inteligencia emocional se define como un conjunto de habilidades que una persona aprende durante su vida. Entre ellas, están la empatía, la motivación de uno mismo, el autocontrol, el entusiasmo y el manejo de emociones. Este concepto tiene su origen gracias a Howard Gardner, quien describió los diferentes tipos de inteligencias.
Este tipo de inteligencia sino se relaciona con la reacción que una persona tiene frente a sus propias emociones.
Características de la inteligencia emocional
Una persona con un alto grado de inteligencia emocional, tendría las siguientes características:
- Prestan atención a sus emociones: las personas que desarrollan este tipo de inteligencia analizan sus emociones y las escuchan, no solo se limitan a sentirlas.
- Conocen sus sentimientos y no los reprimen.
- Analizan sus proyectos y sueños.
- Tienen un balance en sus acciones: saben que todo tiene su lado bueno o malo, por lo que dirigen su atención a las cosas que pueden solucionar o que pueden ser de utilidad.
- No toman nada como personal: cuando algo en su entorno no sale como lo tenían planeado, analizan qué hicieron hecho mal y qué cosas mejorar a futuro.
- Son autocríticos con sus acciones: las emociones no los controlan, ellos controlan lo que deciden hacer con ciertas emociones y reconocen cuando algo se les fue de las manos.
- Se fijan en las emociones de otras personas: intentan ser siempre empáticos con sus semejantes para saber cómo expresan sus emociones.
- Tienen relaciones de calidad: aunque están abiertos a nuevas relaciones, no pierden tiempo en relaciones tóxicas ahorrándose así una incomodidad innecesaria.
- Se motivan a sí mismos: estas personas se emocionan cuando sucede algo que les gusta o realizan una acción determinada.
Tipos de inteligencia emocional
La inteligencia emocional puede dividirse en cinco categorías básicas:
- Empatía: Consiste en entender cómo se sienten los demás y aprender a comunicarse correctamente para lograr un objetivo común. Cada persona reacciona de diferente manera a ciertos estímulos dependiendo de su contexto y su experiencia.
- Habilidades sociales: las buenas relaciones interpersonales guían a las personas al éxito, ya que pueden lograr más cosas con liderazgo, gestión de conflictos, cooperación y trabajo en equipo.
- Autoconocimiento: este tipo de inteligencia emocional consiste en la capacidad de reconocer los sentimientos que uno alberga y cómo estos pueden afectar las acciones que hacen. La conciencia emocional y la confianza son vitales para su desarrollo.
- Motivación: este tipo se relaciona con el compromiso de llegar a los objetivos que uno se plantea, cómo se mantiene el positivismo ante las adversidades y cuál es la iniciativa que una persona maneja para plasmar determinadas metas.
- Autorregulación: las técnicas de autocontrol son esenciales en la inteligencia emocional. Controlar la duración de nuestras emociones y que tanto influyen estas en nuestras decisiones es vital para este tipo de inteligencia emocional.
¿Por qué es importante la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional nos da la capacidad de hacer nuestro trabajo de forma más eficiente y alcanzando mejores niveles de rendimiento. Esto es porque toma en consideración las medidas para conocer más sobre nuestra salud mental y física, así como la de otras personas.