Atención Temprana en la infancia

La Atención Temprana es una disciplina que integra los principios de la Neuropediatría, la Psicología y la Logopedia, entre otras. Ésta, tiene como finalidad tratar de optimizar o compensar déficits en el desarrollo de los niños, o riesgo de padecerlos. De esta forma, pretende facilitar su adecuada maduración, desarrollo personal e integración social. 

La infancia es un proceso de desarrollo en el que se configuran las habilidades perceptivas, motrices, cognitivas, lingüísticas y sociales. Estas, permitirán al niño tener una adecuada interacción con el ambiente que le rodea. Así, las dificultades en la maduración de cualquiera de estos aspectos se denominan “trastornos del neurodesarrollo». Por ejemplo, algunos son las dificultades de comunicación, de aprendizaje, discapacidad intelectual o los pertenecientes al espectro autista (TEA) y otras enfermedades menos comunes.

Es por esto que, la Atención Temprana va a destinar sus esfuerzos a la prevención, detección e intervención, de aquellas afectaciones relacionadas con el desarrollo neurológico del niño o situaciones en riesgo de padecerlo.

Características de la Atención Temprana:

Se entiende como Atención Temprana al conjunto de intervenciones que cumplen una serie de características:

• Disciplina dirigida a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno.
• Su objetivo es dar respuesta a las necesidades transitorias o permanentes que presente un niño con dificultades en su desarrollo o con riesgo de padecerlas. 
• Implica la globalidad del niño. De esta forma, incluye desde aspectos personales como los cognitivos y psicológicos, hasta los relacionados con el entorno familiar, la escuela o la interacción social. 
• Las intervenciones son planificadas por un equipo interdisciplinar. Esto es que, profesionales de distintas áreas comparten la información y toma de decisiones bajo un objetivo común.
• El niño se considera un elemento activo en la intervención y su participación en ella es fundamental. 

Objetivos de la Atención Temprana:

El principal objetivo de la Atención Temprana potenciar la capacidad de desarrollo y de bienestar, posibilitando de la forma más completa la integración del niño en el medio familiar, escolar y social, así como su autonomía personal. De este objetivo tan amplio, frecuentemente se definen otros más específicos que permiten  la planificación individual de las intervenciones. Algunos de ellos son:  

• Reducir los efectos de un déficit en el desarrollo del niño.
• Optimizar, en la medida de lo posible, el curso del desarrollo.
• Introducir los mecanismos necesarios de compensación en caso de riesgo bio-psi-social.
• Atender las demandas de la familia y el entorno que rodea al niño.

Principios básicos de la Atención Temprana:

La intervención en la población infantil susceptible de sufrir alguna dificultad en su desarrollo va a permitir reducir el riesgo de otras limitaciones derivadas de la discapacidad. Así, el logro de los objetivos de esta disciplina puede dotar al niño de las competencias propias del desarrollo evolutivo y facilitarle su adaptación al medio. Para esto, la atención se basa en unos principios básicos:

1. Diálogo, integración y participación activa del niño. Debería facilitar al niño la comunicación sobre preferencias y aceptar los modelos educativos y de crianza familiares.
2. Gratuidad, universalidad e igualdad de oportunidades, responsabilidad pública. Elimina las desigualdades sociales y promueva la igualdad de oportunidades. 
3. Interdisciplinariedad y alta cualificación profesional. Los profesionales participan en planes de formación y supervisión. Además, exige una continua formación y especialización acorde a la responsabilidad de la disciplina. 
4. Coordinación. Promueve el trabajo coordinado y complementario de los diferentes ámbitos de actuación. De esta forma, puede favorecer la calidad de vida de la familia y organizar la continuidad de los servicios.
5. Especificidad de necesidades. Por ejemplo, implica la inserción en los servicios de salud y servicios sociales, o la posibilidad de optar a una prestación de servicios a domicilio. 
6. Sectorización. Es la necesidad de limitar las actuaciones para garantizar la misma calidad y respuesta a las demandas de todo el que los requiera.

Intervenciones en atención temprana

En conclusión, la detección precoz y la prevención, pueden ser fundamentales para reducir o compensar las limitaciones del niño en su proceso de desarrollo. Por ello, en NEPSA Rehabilitación Neurológica, contamos con un equipo coordinado y cualificado capaz de responder a las necesidades infantiles. Desde las áreas de Neuropediatría, Logopedia, Fisioterapia y Terapia Ocupacional, es posible incrementar la calidad de vida del niño y de la familia, atendiendo a las necesidades bio-psico-sociales de ambos.  Además, recientemente se ha estudiado la efectividad del Neurofeedback en algunos déficits del neurodesarrollo como los relacionados con los espectro autista.

¡Ponte en contacto con nosotros para saber más o resolver todas tus dudas! Estaremos disponibles para responder y atender tus necesidades.

Referencias bibliográficas

García-Berjillos, E., Aliño, M., Gadea, M., Espert, R., & Salvador, A. (2015). Eficacia del neurofeedback para el tratamiento de los trastornos del espectro autista: Una revisión sistemática. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 20(2), 151.

Grupo de Atención Temprana. (2000). Libro Blanco de la atención Temprana. Centro Español de Documentación sobre Discapacidad: Madrid.

Martínez-Moreno, A. y Calet, N. (2015). Intervención en Atención Temprana: Enfoque Desde el Ámbito Familiar. Escritos de Psicología, 8(2). DOI: http://dx.doi.org/10.5231/psy.writ.2015.1905